Desde desechos de una obra, trastos que no entran en casa… Algunos copropietarios utilizan zonas que estiman en desuso de la comunidad para montarse un trastero improvisado. A veces simplemente molestan a la vista. Otras, es una cuestión de agravio comparativo. En las que menos, se trata de un problema de salubridad y seguridad.
¿Cómo retirar los trastos de mi vecino de las zonas comunes?
Aunque lleve pasando años, aquí no hay consentimiento tácito que valga. Son zonas comunes y no es posible adquirir el derecho de uso porque haya pasado el tiempo.
La vía rápida:
Adoptar en junta un acuerdo mediante el cual se inste a la retirada de los trastos viejos y abandonados de las zonas comunes. Establecer una fecha límite de retirada. Llamar en esa fecha al chatarrero o a los servicios municipales de recogida de trastos.
En este caso, el propietario podría denunciar por su parte a la comunidad de propietarios, tanto por coacciones como por disposición del patrimonio de otro sin autorización judicial. Una nota: no es lo más habitual. Mucho valor tendría que tener lo retirado para que le compense. Y eso en el supuesto de que un juez resuelva a su favor… En todo caso, es mejor limitarse a los enseres abandonados por pereza, desidia y falta de voluntad para acudir al Punto Limpio.
La vía legal:
Esto es un poco más laborioso.
Antes que nada, debe aprobarse en junta y enviar un requerimiento vía notarial al propietario.
Si al depositar enseres en las zonas comunes contraviene la Ley de Propiedad Horizontal, se le denuncia en nombre de los artículos que está vulnerando.
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