- Respeto a los espacios: Evita invadir, ensuciar o afectar áreas comunes como la entrada, pasillos y jardines para mantener la armonía.
- Cortesía y presentación: Saluda y preséntate a tus vecinos, generando un ambiente amigable que facilite la resolución de problemas de manera tranquila.
- Control del ruido: Mantén niveles de ruido adecuados, especialmente en horas sensibles, para evitar conflictos y malentendidos con los vecinos.
- Puntualidad en los pagos: Cumple con los pagos de mantenimiento y servicios compartidos para mantener una convivencia sin problemas.
- Comunicación de eventos: Avisa a tus vecinos sobre fiestas o reuniones que puedan generar molestias, mostrando consideración hacia su paz y tranquilidad.
- Responsabilidad con mascotas: Controla los ladridos y limpia después de tu mascota para evitar incomodidades y conflictos con otros residentes.
- Respeto a la propiedad ajena: Evita invadir o decorar áreas comunes sin permiso, manteniendo el respeto hacia los espacios de todos.
- Participación en mejoras: Contribuye en actividades de mejora del edificio, mostrando disposición para trabajar en pro de un ambiente común más agradable.
- Ofrecimiento de ayuda: Está disponible para ayudar a tus vecinos en diversas situaciones, fomentando un sentido de comunidad y cooperación.
- Comunicación de cambios: Informa sobre cambios en tu vivienda que puedan afectar a los vecinos, promoviendo una convivencia informada y respetuosa.

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